PROYECTO GRAN SIMIO APLAUDE LA DECISIÓN TOMADA POR EL “RIC O BARRY DOLPHIN PROJECT”, “JAKARTA ANIMAL AID NETWORK “Y EL “DEPARTAMENTO DE BOSQUES “ DE INDONESIA, ANTE EL PRIMER SANTUARIO DE DELFINES DEL MUNDO.
La última gran victoria ha tenido lugar la primera semana de octubre de este año en la turística isla de Bali, Indonesia. Tras años de investigación y potentes campañas, el Ric O Barry Dolphin Project, Jakarta Animal Aid Network y el Departamento de Bosques de la isla han trasladado hace unos días a los dos últimos delfines cautivos del Hotel Melka al primer santuario de delfines del mundo que se ha construido precisamente en Bali. Estos delfines y otros dos previamente ya evacuados han sido explotados durante años en espectáculos para turistas y en supuestas terapias para gente con autismo, en una minúscula y somera piscina con cloro en el pueblo costero de Lovina. Dos de ellos capturados y vendidos por pescadores y los otros dos provenientes del aborrecible circo itinerante de delfines de Indonesia, todos ellos hacía unos 10 años que no veían la luz del sol o escuchaban los sonidos del mar. De los cuatro, dos de ellos o por no tener dientes o por sus graves problemas en los ojos causados por el cloro de la piscina donde vivían, es probable que vivan el resto de su vida en el santuario, para ellos creado, sin posibilidad de volver al mar abierto.
Hace 15 años que tengo la fortuna de ver e interactuar con delfines en libertad asiduamente, buceando, haciendo snorkel o desde el barco. Esta semana asistí a su puesta en libertad en el santuario y pasada la emoción de verlos disfrutar de los rayos del sol y sonidos del mar vi con horror el trauma y largo camino que les queda por recorrer. Acostumbrados a una piscina donde los turistas pudiesen hacer pie, estos delfines no se aventuran a más de 2-3 metros de profundidad. Casi sin moverse estuvieron aterrorizados en el centro del recinto durante casi 24 horas.
España es el país de la EU con más cetáceos cautivos. 106 cetáceos (la cifra varía constantemente por la alta mortalidad) están repartidos en 12 centros del territorio español. Bajo la excusa de centro educativo o investigación, se ofrecen espectáculos y terapias, como en el ya vacío hotel de Bali. Pero ¿qué hay de educativo en ver animales traumatizados, heridos y enfermos? ¿Qué aprendemos sobre su individualidad y auto- consciencia de delfines aislados de sus familias, lejos del mar a donde pertenecen?
España debería de seguir el buen camino y cerrar todos los centros de cetáceos.
Para más información:
m.facebook.com/RicOBarrysDolphinProject/
www.dolphinproject.com/campaigns/indonesia-campaign/
www.jakartaanimalaid.com/domesticcampaigns/free-bali-dolphins/
ROSER GARI PÉREZ