Peggy Motsh
Peggy Motsh, en los últimos diez años, se ha especializado en el estudio del comportamiento de la fauna silvestre, en ecología de la conservación y en la primatología. Con ello, ha adquirido una gran experiencia de campo, tanto en el medio silvestre y en cautiverio.
Ha pasado mucho tiempo en la selva y durante esos años ha adquirido una amplia experiencia y conocimientos sobre el comportamiento animal y ecología forestal.
Ha estudiado varias especies de mamíferos (primates, elefantes del bosque y búfalos de bosque) y también aves como los loros grises africanos. Todo ello, en estado salvaje.
Por encima de todo, esta comprometida y apasionada por la ecología y el comportamiento de los simios: adaptación, control y observación del grupos salvajes en su medio (comportamiento social y dieta), también ha tenido éxito en la rehabilitación y liberación de primates huérfanos, así como en las gestión de poblaciones de primates en cautividad y semi-libertad (composición, modificación y estabilización del grupo) para mejorar su bienestar.
Es muy sensible al comportamiento de los primates y esta acostumbrado a vigilar su bienestar, para detectar cambios en el comportamiento, estrés o lesiones, y así actuar en consecuencia.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Actualmente, está realizando un gran esfuerzo junto con todo el equipo de LWC, en la recuperación de chimpancés y gorilas (incluyendo el gorila del río cross y del chimpancé de Nigeria), que les llega al Centro y que necesitan asistencia incluso psicológica para que, una vez estén restablecidos, se puedan reintroducir en su grupo social.
También entran en el santuario, otros animales que necesitan rehabilitación. Cada uno con una historia detrás que nos pone sobre aviso de una gran extinción de especies en la selva principalmente por la deforestación.
No hay que olvidar y desde hace tiempo el Proyecto Gran Simio viene denunciando, que la subespecie del Gorila del Río Cross con menos de 250 ejemplares en libertad y la subespecie del chimpancé de nigeria-camerún con una población de alrededor de 2.500 ejemplares que habitan exclusivamente en esta zona de Camerún y Nigeria, están en gravísimo peligro de extinción. Ahí el esfuerzo y apoyo que está realizando el Proyecto Gran Simio en la zona donde se ubica LWC.
Además el Santuario es educativo, ya que les visita numerosas escuelas de la zona para mostrar la situación de los seres vivos no humanos y enseñarles que son especies que necesitan protección y la importancia del ecosistema tropical. De igual forma se dan clases en las escuelas cercanas y trabajo a la comunidad local.
EL GORILA DE RÍO CROSS DESAPARECE. QUEDAN MENOS DE 250 INDIVIDUOS Y BAJANDO DE MANERA ALARMANTE.
La situación de esta subespecie de gorila es dramática. Sus poblaciones se encuentran al límite y cada vez más su pequeño hábitat se desintegra ante el avance de la población humana. Solo habitan en un espacio muy reducido de Camerún y Nigeria. Muchos de sus grupos se encuentran ya aislados sin posibilidad de intercambio genético y, por lo tanto, de supervivencia.
El gorila de río Cross, se encuentra repartido en 9 zonas con una extensión de 12.000 kilómetros cuadrados entre Camerún y Nigeria, cinco de las cuales se encuentran desprotegidas sin ningún tipo de vigilancia o conservación, es la grave situación en la que se encuentra, además de ser una ubespecie de gorila escasamente estudiada.
Proyecto Gran Simio trabaja directamente con Limbe Wildlife Centre (LWC) en diversos proyectos de conservación y aplaude su labor constante por los esfuerzos que realiza su santuario para proteger la vida silvestre en Camerún, intentando como lo hizo Dyan Fossey con los gorilas de montaña, proporcionar medios de vida alternativos a las gentes del lugar sobre la caza y la venta de carne de animales silvestres (entre ellas la del gorila) y proporcionar una educación para su conservación. Ya en 2005 y según fuentes de esta Organización, el censo dado en el Atlas de los Grandes Simios publicado por Naciones Unidas, estimaba la población entre 250 y 280 ejemplares. La situación desde entonces ha empeorado por lo que Proyecto Gran Simio teme que las poblaciones sean incluso menor a 230 individuos con los graves problemas con los que se enfrentan para sobrevivir.
La deforestación y la fragmentación
En Camerún, las áreas forestales se están perdiendo por la tala comercial, el desarrollo de plantaciones de monocultivos como la palma de aceite, agricultura migratoria, la recolección de leña y los incendios forestales. En 2000, el 76% de los bosques del país se había registrado o asignado a las concesiones madereras, y este número ha seguido aumentando. La tala es una causa directa de la fragmentación del hábitat del bosque, lo que a su vez bloquea el acceso de animales a las fuentes de alimentos y evita la transferencia natural entre los grupos, haciendo que el estrés y la interrupción de las interacciones sociales sea un hecho común. La creación de caminos para la tala abre fácil acceso para los cazadores hacia zonas antes inaccesibles, y estos caminos no sólo ofrecen un mercado local entre los trabajadores de las empresas madereras, sino también a reducir el costo del transporte de la carne de caza a las ciudades para la venta comercial. Una vez que la tala comercial se ha completado, los seres humanos, las plantaciones y granjas son propensas a entrar en la zona, que ahora cuenta con algunos parches de bosque nativo y por lo tanto, pocas o ninguna especies endémicas. Reduciendo su hábitat, las especies se enfrentan a un mayor riesgo de ser cazados, entran en contacto frecuente con los humanos y son vulnerables a las enfermedades de estos.
Comercio ilegal de animales
LWC informa que en Camerún, el comercio ilegal de animales es generalizado, e incluye el comercio de carne de animales silvestres, la venta de partes de animales para la magia negra y el comercio de mascotas. Históricamente, los animales no domésticos han sido un recurso importante, especialmente en las pequeñas comunidades que dependen de los animales del bosque para la obtención de proteína; sin embargo, las presiones de los factores comerciales, han creado una demanda en cantidades progresivamente insostenibles. Una creciente población humana, se asoció con un mejor acceso a zonas forestales, caminos forestales que disminuyen el costo del transporte de carne en las ciudades, y la comercialización de los mercados de alentar a las personas para cazar animales del bosque para un beneficio. Además, las partes del cuerpo de primates son valoradas para una variedad de usos tradicionales, incluidos los medicamentos y la magia negra. En África occidental y central, 3 millones de toneladas de carne de animales silvestres se comercializan cada año, un nivel que ha demostrado ser insostenible, incluso para especies que se reproducen más rápido más pequeñas, como antílopes. Aunque las leyes de vida silvestre están presentes, a menudo son difíciles de implementar.
Cuando se buscan grupos familiares de primates, los bebés, que son demasiado pequeñas para tener valor como fuente de carne, a menudo están presentes. Estos individuos tienen más valor en el mercado de mascotas en vivo, donde, después de presenciar la muerte de toda su familia, se venden ilegalmente en los mercados. Sólo 1 de cada 10 individuos tiene la suerte de llegar al santuario, donde recibirán una atención adecuada después de enfrentarse a un trauma físico y psicológico grave. Otros, si sobreviven, suelen ser mantenidos en condiciones deplorables, en solitario confinados en pequeñas jaulas, encadenados en las aldeas o restaurantes, con pocas esperanzas de tener la libertad o ver a otro miembro de su propia especie.
Enfermedad
Como los animales estrechamente relacionados, los primates son susceptibles a muchas enfermedades humanas y parásitos, y hay un creciente reconocimiento de que los problemas de enfermedades pueden afectar profundamente la viabilidad de las poblaciones de primates silvestres. Con un aumento en el desarrollo y la población humana, más personas viven en y alrededor de los bosques, lo que significa que las enfermedades se contraen con más frecuencia. Como los seres humanos son más móviles y entran en contacto con una variedad de patógenos, son más propensos a introducir estos patógenos a las poblaciones de primates silvestres. Además, el ganado portador de enfermedades es probable que se encuentre cerca de zonas boscosas y puede actuar como una fuente de brote en el medio silvestre.
Lanzamos hace varios años, una alerta internacional a Naciones Unidas, la FAO, a los países de Nigeria y Camerún, así como a las Organizaciones internacionales que trabajan en la defensa de las especies y su hábitat, para que se tomaran medidas urgentes en la protección de la subespecie de gorila del río Cross que se encuentran al borde de su extinción. Los grupos existentes se encuentran separados y están amenazados por múltiples peligros que poco a poco estrechan su margen de libertad. Junto con el bonobo, el gorila del río Cross son las especies de grandes simios más amenazadas y su pérdida en pocos años dará un duro golpe a la evolución de nuestra propia especie y la de nuestros compañeros evolutivos, además de ser una grave irresponsabilidad por parte de nuestra propia especie que tiene el deber y la obligación de conservar su habitat y proteger sus vidas. En este sentido, la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), a la que pertenece el Proyecto Gran Simio dentro de su Comité Español, ya ha incluido al gorila del río cross como: En Peligro de Extinción.
Causas de extinción del Gorila de Río Cross.
- Sólo se encuentran en el Sanaga región Cruz en la frontera entre Camerún y Nigeria.
- Población estimada optimista entre 250 – 300 individuos.
- Habitan en nueve zonas, de las cuales 5 se encuentran más o menos protegidas, abarcando un total de 12.000 kilómetros cuadrados.
- Sus principales amenazas son la deforestación, la caza y las enfermedades.
- Su hábitat está desapareciendo rápidamente por el avance de las tierras agrícolas y los asentamientos humanos.
- Grave fragmentación de las zonas en donde habitan, haciendo imposible el traslado a otras zonas.
- Los gorilas son cazados para comer su carne. Los huesos se utilizan en la medicina tradicional y como fetiches, mientras que los bebes se venden como mascotas.
- Los seres humanos, los animales domésticos y los gorilas, viven prácticamente juntos, aumentando el riesgo de transmisión de patógenos y parásitos que pueden ser mortales para las poblaciones de gorilas existentes.
Proyecto Gran Simio insiste en que las medidas que se tomen deben estar acompañadas de una educación a las poblaciones de la zona, ayuda en sus cambios de hábitos y participación en la protección de las zonas donde se asientan los gorilas para que los vean como una gran riqueza natural que deben conservar para su beneficio. Se felicita igualmente la labor fundamental e imprescindible que está haciendo el Santuario Limbe Wildlife Centre en Camerún, al frente de personas comprometidas y que luchan por la supervivencia de los gorilas de río Cross como son su Director Guillaume, Peggy, del Proyecto Gran Simio, junto con todo el equipo de LWC, que están realizando un gran esfuerzo extraordinario para la protección de la fauna salvaje.