Virginia Echavarría
Virginia Echavarria
Siguiendo la reconocida expertise e innovando de acuerdo a las condiciones locales, instale la primer maquina en IFRADE, una asociación local que agrupa mujeres que han sido abusadas sexualmente. Un mes mas tarde, la segunda maquina aterrizo en el Hospital General de Bukavu, en donde la Hermana Elena Albarracin de la Congregación Dorotee di Cemmo, regentea el Centro Nutricional. Ella esta a cargo de la operación de esta maquina y actualmente un grupo de adolescentes de la calle trabaja en la producción de briquetas, mientras que la cocina del Centro Nutricional prepara a diario con las briquetas la comida para los niños.
Una maquina prensadora requiere de 6 a 8 trabajadores. El material recolectado es gratuito. Construir una maquina prensadora localmente cuesta 170 US$. Actualmente la maquina del Centro Nutricional produce 500 briquetas a diario. Para preparar una comida típica (como el mboga o bugali) se necesitan 3 briquetas. El Hospital comercializa 3 briquetas a 50 francos Congoleses, un tercio del precio del carbón.
Hoy, la GTZ que trabaja junto con ICCN en el parque nacional Kahuzi Biega, ya tienen instaladas 6 maquinas prensadoras en Tshivanga y los pueblos aledaños. En el mes de Enero viajare a Goma (capital del norte de Kivu) para comenzar un nuevo proyecto junto a África Conservation Fund. Mi tarea será insertar la producción de 120 maquinas prensadoras ya instaladas en la estación sur del parque nacional de Virunga, Rumangabo.
Introducir las birquetas combustibles en el mercado local y cambiar el comportamiento de las comunidades es un desafió. Pero estoy convencida de que con tiempo, esfuerzo y dedicación, las personas cambiaran sus habitudes de cocinar con carbón/madera y comenzaran a utilizar las briquetas, de esta manera disminuyendo la deforestación y preservando el hábitat natural de los últimos 700 gorilas de montaña que quedan en nuestro planeta.
Virginia Echavarria, en 2009, viajó a Costa de Marfil para construir 10 máquinas para briquetas y repartirlas entre las localidades que rodean el Parque Nacional de Tai, con el fin de que sus ciudadanos no tengan que talar sus árboles para obtener combustibles. El resultado lo podéis ver en el video