Libertad sin cadenas más allá de las especies.
NOTA DE PRENSA DE LA FUNDACIÓN PHI
EL PROYECTO GRAN SIMIO Y LAS COMUNIDADES INDÍGENAS
LIBERTAD SIN CADENAS MÁS ALLÁ DE LAS ESPECIES
El pasado 16 de septiembre de 2023, Pedro Pozas, escritor e investigador naturalista con 40 años de trayectoria y director ejecutivo del Proyecto Internacional Gran Simio (PGS) (https://proyectogransimio.org), impartió un programa de ocho horas titulado “Libertad sin cadenas, más allá de las especies”. El evento, que comenzó con la conferencia “Los grandes simios: su cultura, derechos y futuro”, se desarrolló en CampusPHI, Acebo (Extremadura), en el marco del programa Escuela de la Consciencia, del proyecto Universidad de la Consciencia (https://cvuc.eu/ ).
Pozas comenzó agradeciendo, por un lado, la invitación a participar en un lugar comprometido con el medio ambiente y que conforma un sistema global sostenible a partir del uso de energías renovables, ciclo integral del agua, arquitectura bioclimática, etc., algo que pudo conocer tras una visita guiada a las instalaciones del Campus. (https://cvuc.eu/campusphi/). Por otro lado, agradeció el interés y apoyo a los tres objetivos en los que PGS trabaja desde hace más de dos décadas: los derechos básicos de los homínidos no humanos (gorilas, chimpancés, orangutanes y bonobos), la conservación de su hábitat, y la protección de los pueblos indígenas como verdaderos guardianes de nuestro planeta.
Durante la presentación recordó que “los humanos compartimos el 99% del ADN con chimpancés y bonobos, y el 98% con orangutanes y gorilas”. Dicha similitud es la que permite afirmar, como han hecho y hacen todos los grandes investigadores en Evolución, Antropología y Genética, que en realidad “los humanos seguimos siendo grandes simios” o que “los grandes simios pueden incluirse dentro del género humano” y ser tratados con igual respeto.
Afirmó que, el desarrollo de muchos chimpancés ya es equiparable al alcanzado por los humanos en la Edad de Piedra, al hacer uso rutinario de herramientas como la piedra, vivir en cuevas, etc. Es decir, la similitud con los humanos no lo es sólo en cuanto a los aspectos físicos, incluyendo las huellas dactilares únicas, sino en aspectos comportamentales, emocionales y cognitivos. Consistentemente, muchos estudios así lo demuestran. Presentan capacidades relacionadas con la consciencia y autoconsciencia: como seres sintientes, empáticos, con muestras y gestos de cariño y cuidados, y se muestran vulnerables a la enfermedad, el daño psicológico y a la muerte de seres queridos. También son seres con pensamiento racional y abstracto, con capacidad de representaciones simbólicas, memoria, resolución de problemas matemáticos, aprendizaje vicario, adquisición de lenguaje humano, uso y creación de herramientas, etc. Todo ello les permite desarrollar su cultura, juegos, y personalidad, a partir de relaciones sociales que demuestran comportamientos cooperativos complejos con alianzas y jerarquías, así como planificación y anticipación de eventos futuros. Otros estudios también muestran que tienen sentido de la justicia. Esta evidencia requiere un cambio de paradigma opuesto al antropocentrismo, es decir, requiere un posicionamiento moral humilde y firme, que vele por la protección y cuidado de los derechos de nuestros familiares homínidos en entornos seguros y saludables, y que denuncie y erradique cualquier abuso o trato invasivo.
En este sentido, la tendencia y actitudes actuales en el debate ético, académico, social e institucional es a favor de la restricción de la investigación invasiva con grandes simios, la cual, ha ido en descenso desde las décadas de los 80 y 90 en las que alcanzó su máxima expresión. La prohibición del uso invasivo de grandes simios en investigación se hizo en primer lugar en Reino Unido a finales de los 90, y hace una década en la UE cuando entró en vigor la Directiva 2010/63, y en EEUU en 2015.
Pozas alertó sobre el peligro inminente de extinción de los homínidos y de otras muchas especies animales y plantas debido, entre otros, al cambio climático producido por cultivos extensivos, ganadería intensiva, contaminación y sobreexplotación de recursos naturales, así como por la expulsión de comunidades nativas de sus territorios ancestrales. Igualmente, denunció el comercio ilegal y rentable detrás del tráfico silenciado y organizado de grandes simios, sin que los organismos internacionales responsables lo detengan. Por último, avanzó la propuesta de una ley nacional, única en el mundo, que rompa la barrera de las especies, para proteger a los grandes simios frente a conductas infractoras y delictivas. Una vez aprobada, será llevada también a la ONU para que se redacte una Declaración de los Derechos de los Homínidos no Humanos, así como a la UNESCO para que los simios puedan llegar a ser declarados Patrimonio Vivo de la Humanidad.
Durante la jornada, presentó sus libros “Abriendo Camino” y “Los grandes simios y sus derechos básicos”, uno de ellos escrito con la colaboración de relevantes científicos, conservacionistas, animalistas, periodistas, etc., y cuya recaudación va íntegramente destinada a la realización del Proyecto Educativo Intercultural en la Comunidad Indígena Wichi, afincada en el norte de Argentina, para la construcción de dos pequeñas escuelas.
Posteriormente, intervino en directo desde Argentina el líder indígena Félix Díaz, para hablar de la necesidad de dicho proyecto y de la situación en la que se encuentran las comunidades indígenas de su país.
Por último, se proyectó el documental Persona (no) Humana (https://www.filmaffinity.com/es/film909019.html), una historia que comenzó durante una serie de conferencias impartidas por Pedro Pozas en septiembre de 2014 en Argentina al conocer entre los asistentes a abogados defensores de derechos animales de la asociación AFADA. Este explica el proceso legal que se siguió en dicho país para que la orangutana Sandra y la chimpancé Cecilia, cautivas y enfermas en zoos de Argentina, fueran reconocidas como personas no humanas y trasladadas a santuarios especializados en primates.