En defensa de la biodiversidad de nuestro planeta
CORREDOR BIOLÓGICO MUNDIAL: UNA ESPERANZA AL FUTURO
Pedro Pozas Terrados
Cerca del 80% de las especies silvestres terrestres viven en los bosques y casi el 90% de las personas más pobres del mundo dependen de algún modo de los recursos forestales. Sin embargo, cada año se pierden 4,7 millones de hectáreas de esos ecosistemas. Así de rotundo y firme es un informe publicado por Naciones Unidas a raíz del día mundial de la vida silvestre el pasado 3 de marzo de 2021. La pérdida de bosques anual equivale a una superficie mayor que la de Dinamarca, sin contar las plantaciones de monocultivos como la Palma de Aceite que el PNUMA no considera perdida forestal al sustituir la riqueza de la biodiversidad de una selva, por plantaciones de Palma que son verdaderos bosques del silencio al haberse exterminado toda vida por el empleo de insecticidas masivos.
Por otro lado el Secretario General de las Naciones Unidas pidió a todos los ciudadanos y gobiernos del mundo que multipliquen los esfuerzos de protección de los bosques y el apoyo a las comunidades forestales. Anunció que de hacerlo, podríamos lograr un gran beneficio a nuestro planeta, destacando que los bosques ayudan a regular el clima. Sin embargo y a pesar de todo ello, las naciones siguen mirando a otro lado y es por ello que la sociedad civil debe tomar las riendas de la razón. El entramado de colores políticos y sus intereses, deben quedar a un lado y comprender que ahora más que nunca, se necesita una decisión urgente para frenar de forma tajante la carrera en la que estamos propensos a estrellarnos contra el muro de la ignorancia y la estupidez.
Carl Sagan, en su libro “Miles de millones. Pensamientos de vida y muerte en la antesala del milenio” publicado en 1998, ya nos decía: “Creo que tenemos el deber de luchar por la vida en la Tierra y no sólo en nuestro beneficio, sino en el de todos aquellos, humanos o no, que llegaron antes que nosotros y ante quienes estamos obligados, así como en el de quienes, si somos lo bastante sensatos, llegaran después. No hay causa más apremiante, ni afán más justo, que proteger el futuro de nuestra especie. Casi todos los problemas que padecemos son obra de los seres humanos y pueden ser resueltos por éstos. No existe convención social, sistema político, hipótesis económica o dogma religioso que revista mayor importancia”. No cabe duda que nos dejó un gran mensaje que debería estar grabado en la frente y en los sillones de nuestros dirigentes.
Es por todo ello, que ante el avance imparable del cambio climático que está originando graves consecuencias para las poblaciones humanas, se ha creado el Comité Internacional del Corredor Biológico Mundial, como última esperanza, al objeto de luchar en todos los frentes nacionales e internacionales por la protección y conservación de la Naturaleza que debería ser blindada en la Constitución de todos los países. El objetivo es buscar sinergias en todos los continentes y organismos oficiales y civiles, para poner en valor la conservación de nuestro medio ambiente y la protección de su biodiversidad en todos los ecosistemas de la Tierra.
Muchas personas del planeta imaginan un futuro mejor para las futuras generaciones, pero debemos entender que el futuro no es solo para los humanos, también es un futuro para las futuras generaciones de fauna y flora, sin las que no podríamos vivir y para ello es vital proteger y recuperar hábitats naturales, selvas, bosques, sabanas, océanos, hábitats marinos, ríos, patrimonio geológico y en definitiva todo nuestro entorno natural.
El Corredor Biológico Mundial ha sido promovido y está coordinado por cuatro Asociaciones altruistas en defensa de la naturaleza (Un bosque para el planeta Tierra, Proyecto Gran Simio España, Reserva del Bisonte europeo San Cebrian de Muda y Orangutan Foundation International). Grandes personalidades del medioambiente, investigación, catedráticos de diferentes especialidades, líderes Indígenas, biólogos, zoólogos, arqueólogos, antropólogos, geólogos, paleontólogos, diplomáticos y ecologistas de los 5 continentes se han unido en un Comité Internacional para establecer el Corredor Biológico Mundial. Se pretende crear un espacio de encuentro, sinergias, alianzas, ideas y proyectos por diferentes partes del planeta que puedan desarrollar avances significativos en la ampliación del corredor biológico mundial. Es un proyecto internacional en beneficio de todos, que aspira unir el planeta, países, personas, pero sobre todo unir plantas, árboles y animales de diferentes especies, unir selvas, bosques, reservas, mares. En definitiva espacios naturales, siendo fundamental también la gea, el terreno donde se sustentan los diferentes hábitats como parte del patrimonio natural que engloba de una forma muy importante el patrimonio geológico de los ecosistemas, asegurando la supervivencia de las especies en una vía verde mundial. Tan importante son los bosques tropicales como los mares y océanos que engloban nuestro planeta.
No solo se trata solo de reforestar o proteger hábitats degradados, se trata también de salvaguardar los hábitats naturales que ya existen contribuyendo también a la generación de nuevos hábitats sostenibles donde se ha establecido una importante biodiversidad y rehabilitando espacios afectados por las actividades extractivas.
De forma continuada Naciones Unidas está avisando que el cambio climático afectará gravemente a nuestras vidas y a las de las generaciones futuras. Ya lo predecían hace más de treinta años los grupos ecologistas muchas veces tachados de inconformistas y alarmistas. Ya lo predijeron hace una década los científicos y ahora lo reafirman algunos organismos de Naciones Unidas ante la sordera de nuestros dirigentes.
La sociedad y los gobiernos deben comprender que en el respeto a la biodiversidad de nuestro planeta está la clave de nuestra salud y es la mejor vacuna contra cualquier pandemia. Ante el cambio climático, la protección de la naturaleza y de las especies que habitan en la misma, debe ser uno de los principales objetivos de todas las naciones del mundo. La salvaguarda de nuestros ecosistemas a nivel mundial debe ser objetivo principal de todos los gobiernos. Solo tenemos un planeta, no existe un planeta B. Las constituciones de todas las naciones tienen que blindar la protección de la naturaleza como bienestar indispensable de la humanidad y promulgar leyes que impidan el deterioro de nuestro medio ambiente
Algunos miembros del Comité Internacional del Corredor Biológico Mundial nos dan llamadas de atención que debemos de considerar importantes y en las que expongo algunas de ellas:
Jose María Bermudez de Castro, científico, antropólogo, coodirector de los Yacimientos de Atapuerca y Premio Príncipe de Asturias: "Únicamente tendremos futuro como especie si aceptamos que formamos parte del gran ecosistema del planeta Tierra. Su evolución es lenta y continua, pero nuestros intereses son demasiado veloces para permitir su adaptación. Nuestras necesidades han de ser reevaluadas y adaptadas en consecuencia, para hacer el menor daño posible a nuestro único hogar. El Corredor Biológico Mundial puede ayudar en ese cometido y lo debemos apoyar con el mayor interés tanto a nivel individual como institucional."
Eudald Carbonell, científico, antropólogo, coodirector también de los Yacimientos de Atapuerca y Premio Príncipe de Asturias: “La diversidad biológica, etológica y cultural es nuestro mayor patrimonio como especie, la debemos incrementar y conservarla hasta que la sepamos integrar”.
Joaquín Araujo, naturalista y escritor: “Tenemos que saldar la deuda contraída con la Naturaleza, por ello, el Corredor Biológico Mundial”, no sólo es necesario, sino inteligentemente oportuno”.
Fernando Valladares, científico del CSIC y profesor asociado de la Universidad del Rey Juan Carlos, otro de los componentes de la Juna Directiva, ha declarado que “Estamos trasgrediendo los límites de sostenibilidad. Se calcula que extinguimos aproximadamente 200 especies al día. Para corregir esto, está surgiendo una iniciativa interesante: el Corredor Biológico Mundial que pretende aunar esfuerzos de iniciativas ya en curso de ONGs e Instituciones, siendo una forma muy eficaz y necesaria de detener esta tendencia contra la biodiversidad. Invito a todos que se unan y apoyen este Proyecto tan importante como urgente”.
José Antonio Valbuena, Consejero de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias: “Este Proyecto se hace necesario para entre otras cuestiones impulsar la cooperación internacional en el cuidado de los océanos ante la grave situación de los mismos. Es evidente, que sólo una política de colaboración permanente con nuestros vecinos de África y con las organizaciones Internacionales se hace necesaria para abordar los graves retos de nuestra biodiversidad y de la vida en los océanos. Canaria como Kilómetro 0 del Corredor Oceánico, promoverá políticas internacionales para aumentar el conocimiento de las dinámicas marinas que son esenciales para la vida”.
El kilómetro cero del Corredor Biológico Mundial se encuentra junto a los yacimientos arqueológicos de Atapuerca y el Camino de Santiago, ambos Patrimonio de la Humanidad y su recorrido pasa entre otros lugares por:
* Las selvas de la cuenca amazónica de Perú, Guayana, Ecuador, Bolivia, Brasil, Guayana Francesa, Surinam, Venezuela y Colombia con la colaboración de decenas de pueblos indígenas (COICA).
* En Mali donde 37 pueblos se han unido para crear una reserva de 700 kilómetros cuadrados, siendo ellos mismos quien lo protegen en lo que llamamos “Parque Nacional Nativo”.
* Por todas y cada una de las Islas Canarias en colaboración con el Gobierno Canario miembro del Comité Internacional.
* Parque Nacional de Rapa Nui de la Isla de Pascua (Océano Pacífico).
* Parque Nacional de Tanjung Puting en Borneo (Indonesia) donde se encuentra el Campo Leakey que dirige la Dr. Biruté M.F.Galdikas en colaboración con la Fundación Internacional del Orangután.
*Reserva de Bisonte Europeo de San Cebrián de Muda (Palencia).
Como última esperanza, esta importante iniciativa que quiere unir a todos los grupos medioambientales, instituciones y gobiernos continua trabajando para que el Corredor Biológico Mundial sea extensible como ejemplo de unidad internacional para la conservación de nuestro planeta y como armonía con nuestra naturaleza tan olvidada y explotada.